La reencarnación

La reencarnación

Ya expliqué que el alma es una energía con consciencia, capaz de sentir, de pensar, de crear… que es inmortal y eterna, sin principio ni final y que por lo tanto la muerte del cuerpo físico no le afecta, pues el alma simplemente se libera de su forma material y continúa su existencia en otra dimensión, con la misma esencia, la misma forma de ser, de pensar, con sus recuerdos, con los mismos sentimientos… 
La existencia que conocemos como seres humanos, almas encarnadas en cuerpos físicos en este universo material, no es más que una pequeña parte de la Existencia total, y nuestra propia existencia continúa en otras dimensiones tras la muerte del cuerpo físico.
Pero incluso antes de nacer ya existíamos, ya éramos como somos, teníamos una existencia que no somos capaces de recordar, pues nuestro cerebro empezó de cero con este cuerpo y solo si se es capaz de trascender la mente física y recordar con el alma se pueden recordar otras vidas anteriores y otros planos de existencia.

Lo que quiero decir es que no vivimos una sola vez en este universo material, la mayoría de nosotros ha tenido vidas pasadas y prácticamente todos tendremos vidas futuras: El alma tras morir y continuar su existencia en otras dimensiones vuelve a encarnarse en el mundo material para iniciar una nueva vida y nacer de nuevo en el cuerpo físico de un bebé. El objetivo de estas reencarnaciones es aprender las lecciones espirituales necesarias para seguir creciendo y evolucionando hacia la Divinidad, y también cumplir con los karmas adquiridos en vidas pasadas. 

Los karmas buenos y malos que hayamos generado en otras vidas, tanto con situaciones como con personas, harán que en la vida que acabamos de emprender atraigamos las personas y las situaciones acordes a nuestros karmas (para aclarar más este tema leer el apartado sobre el karma). 
Las personas normalmente se reencarnan en grupos y familias con las que se comparten sentimientos y pensamientos, con una energía y una esencia afines a la de nuestra alma. Quiero decir que normalmente nacemos en una familia con personas con las que compartimos casi todas las vidas pasadas y otros planos de existencia, es muy probable que tu padre y tu madre hayan sido tu padre y tu madre un montón de veces antes, pero en ocasiones se cambian los roles y quien es tu padre o tu madre habitualmente puede ser en otra vida un abuelo, un hermano o incluso un hijo o tu mejor amigo, eso depende de lo que sea necesario aprender en cada vida. Eso no solo ocurre con las personas que son familia de sangre, sino con la esposa, los cuñados, suegros, yernos, con amigos íntimos… Las familias espirituales son enormes y pueden abarcar cientos de personas, aunque no todas tienen el mismo grado de afinidad ni comparten lo mismo. 

En ocasiones ocurre que alguien nace en una familia en la que no se siente integrado, se siente diferente e incluso poco querido. Eso puede ser porque a veces algunas personas en alguna vida nacen en un grupo de almas que no son su familia espiritual, muy probablemente porque tenga karmas pendientes con ellos, a veces de rencor, de miedo, de celos, de sumisión, envidia… y otras veces se acepta o se decide nacer en un grupo de almas diferente al familiar propio para enseñarle lecciones muy valiosas de amor, de comprensión, de empatía, de perdón…

Como ya dije cuando hablé del alma, las almas de los seres humanos solo se encarnan y reencarnan en seres humanos, nunca en animales, aunque los animales también tienen alma y se reencarnan, pero siempre lo hacen en otros animales.

Las almas no tienen sexo ni género y todos hemos sido o seremos hombres y mujeres muchas veces. Normalmente por las energías propias de cada persona uno se siente más afín a uno de los dos sexos, aunque el alma no lo posea, y se reencarna más veces en aquel sexo con el que se siente más cómodo, pero no siempre. 
Los hombres y las mujeres son iguales, no hay ninguna diferencia espiritual entre ellos, un hombre puede haber sido mujer muchas veces y viceversa. A veces ocurre que un alma no acepta el cuerpo en el que se ha encarnado porque se siente afín al otro sexo. Tengo que decir que eso es algo que crea ella misma, pues el alma (vuelvo a repetir) no tiene sexo, pero cada alma es capaz de crear las energías y las situaciones que quiera, y si un alma empieza a sentir que es de un sexo, encarnarse en el sexo contrario le traerá muchos problemas. Por supuesto no es una crítica ni a la homosexualidad ni a las personas transgénero, es solo una explicación espiritual a determinadas situaciones que ocurren en el día a día y que todo el mundo debe comprender y ver como algo normal, en igualdad total de condiciones, sea cual sea la orientación sexual de cada uno y se sienta como se sienta en su cuerpo.

No todas las almas se encarnaron a la vez, quiero decir que una persona de hoy en día puede haber nacido por primera vez en el año diez mil antes de Cristo, otra en el ochocientos después de Cristo y otras muchas pueden estar viviendo su primera vida ahora mismo. Pero eso no importa, antes de nacer ya existíamos en otros planos de existencia y hay muchas almas que ni siquiera se han encarnado todavía por primera vez. Pero ya lo harán, cada uno "elige" el momento más conveniente en función de las lecciones que tenga que aprender y los defectos que tenga que corregir. Por ejemplo, yo nací por primera vez en este mundo en el siglo V antes de Cristo. 
Cuantas más lecciones se aprendan, menos karmas se generen y más evolucionado se esté, más cerca se estará de no tener que encarnarse más, porque el objetivo de la reencarnación, de venir a vivir vidas en el plano físico, no es otro que, mediante las situaciones que se dan en la vida, aprender las lecciones necesarias y purificar nuestras almas venciendo todos los sentimientos negativos y sentir Amor, comprensión, felicidad, compasión, humildad… para recuperar nuestra esencia primigenia, lo que éramos originalmente y que perdimos. Cuando avancemos lo suficiente para recuperar nuestra verdadera esencia Divina y hayamos limpiado todos los karmas negativos que generemos en nuestras vidas, dejaremos de reencarnarnos y existiremos eternamente en otros planos de existencia infinitamente mejores. 

Cuando nacemos por primera vez traemos unas lecciones que debemos aprender por lo que en nuestra vida se darán una serie de circunstancias y hechos que nos lleven a aprender esas lecciones. Si no las aprendemos en la primera vida quedarán pendientes de aprender en vidas sucesivas de modo que las circunstancias de una vida y de otra pueden ser parecidas si no aprendemos lo que deberíamos haber aprendido. Por ejemplo si una persona que tiene el defecto de ser muy soberbia debe aprender humildad, tal vez le haya tocado nacer en la Edad Media siendo un siervo de un señor feudal que lo trataba mal y lo humillaba. Pues si no aprendió la lección que esa vida le estaba brindando: La humildad, probablemente le toque  volver a pasar lo mismo y tenga que hacer tareas que le desagraden y que considere humillantes, tal vez incluso volver a ser asistente o subordinado de la misma persona que  en su día fue su señor feudal.

Sin embargo cuando aprendemos las lecciones que debemos aprender, nuestro destino, nuestro futuro, se modifica, crecemos espiritualmente y las circunstancias de la vida presente y de las futuras mejoran. Siguiendo el ejemplo anterior: Si la persona aprende a ser humilde dejará de sufrir humillaciones o dejarán de afectarle, y el trabajo que realice dejará  de ser un problema para él. Así los karmas y nuestro futuro se pueden mejorar y cambiar cuando crecemos espiritualmente y aprendemos las lecciones que venimos a aprender. 


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