Otra Dimensión llamada "Cielo"

El Cielo

Como dije en otros apartados, después de morir y antes de nacer nuestra existencia continúa en otra dimensión a la que comúnmente llamamos "Cielo". Quiero explicar lo que yo sé acerca del "Cielo": en realidad el cielo no es una dimensión, sino varias dimensiones diferentes, como universos paralelos pero formados por energía en lugar de materia. Esta energía que forma esas dimensiones es más densa que las energías que conocemos aquí, más densa que la luz por ejemplo, pero mucho menos densa que la materia. Es el mismo tipo de energía que tenemos en el alma, y podemos interactuar con ella y formar cosas a nuestra voluntad. Todos los seres que habitan en esas dimensiones están unidos a través de la energía que forma cada dimensión, y de esta energía emana amor y paz, y da una sensación de bienestar total, de felicidad, y de unión con el resto de los seres y con Dios.

Por lo que yo sé cada una de las dimensiones que forman el "Cielo" envuelve y penetra a las anteriores, hasta llegar a la dimensión Última (O Primera), es decir a Dios. 
En estas dimensiones la materia no existe, todo lo que existe está formado por energía y cuanto más "elevada" y más cercana es la dimensión a Dios, la energía de la que está formada es mas sutil, menos densa y más pura y llena de amor y felicidad. Allí no existe el tiempo ni el espacio tal y como lo conocemos, pues como dije en otro apartado el tiempo se convierte en espacio y el espacio en tiempo, de modo que ir de un "lugar" a otro en esas dimensiones es casi instantáneo. 
Allí también existen plantas, árboles, animales, pues las almas o espíritus de esos seres también trascienden y son eternos por lo que cuando mueren sus almas y consciencias también encuentran descanso en esas dimensiones. 

 Allí también hay mares y montañas, pero aún mucho más fascinantes y bellos de lo que son aquí, están formados por una energía pura y brillante, tienen unos colores indescriptibles y son hermosísimos. Dan una paz que va más allá de cualquier sensación que se pueda experimentar en la Tierra.

En las dimensiones superiores la energía cada vez es mejor, más pura, y el Amor lo envuelve y lo rodea y penetra todo, haciéndote sentir totalmente completo, como si todo lo que existiese estuviese completamente unido por ese Amor, y te sientes formando parte de lo mismo con el resto de espíritus y energías, es una sensación indescriptible y maravillosa casi imposible de expresar con palabras. 
En ningún momento pierdes lo que eres, tu consciencia, sigues siendo tu mismo pero puedes conectar de un modo increíble con el resto de seres y consciencias, formando parte de algo maravilloso. 

Cada alma va a la dimensión que es afín con sus energías, con sus sentimientos y con el grado de evolución espiritual que tiene en ese momento. Allí se encuentra con sus seres queridos, pues avanzamos juntos en el camino de la evolución espiritual aunque a veces pueda parecer que no. Una vez en esas dimensiones se puede mejorar, perfeccionarse, y cambiar hasta pasar a dimensiones aún superiores. Lo cierto es que no sé  cuántas dimensiones hay. Sé que hay una que está muy cercana al mundo físico, donde los espíritus que aún deben purificar sus energías pero ya están listos para no quedarse pegados al mundo terrenal reposan y esperan a estar mejor para trascender a dimensiones más elevadas.
Más allá de ésta primera dimensión sé que existen al menos tres, cada cual con una energía mejor y más pura y dónde te sientes más unido a los demás y más lleno de amor:
Hay una dimensión donde van las almas de las personas que se han encarnado en la tierra y que fallecen.
Existe otra donde residen almas que no necesitan purificar nada, que conservan la perfección  original con la que fueron creados, que no conocen ni siquiera qué es el mal y que jamás nacerán en el mundo físico. 
Son seres Inmaculados, verdaderos Ángeles, pues a lo que normalmente se le ha llamado ángeles son almas muy elevadas, con una gran bondad y fuerza pero que en un momento u otro han nacido o nacerán en el mundo físico y que tienen defectos y han cometido o cometerán errores, como nosotros. Los Inmaculados no lo harán nunca, nunca se encarnarán y no tienen defectos. Tampoco se aparecen a nadie ni tienen ningún contacto con el universo ni el resto de dimensiones, pues no conocen el mal y tener contacto con nosotros estropearía su Perfección. Todos nosotros fuimos así una vez, pero de eso hablaré en otro apartado.
La última dimensión es Dios, que lo envuelve Todo y que es el Origen de Todo. Como ya hablé  de Dios en otro apartado no lo repetiré aquí. 

Nuestra existencia comprende muchas dimensiones, no solo este mundo, este universo y esta vida, es más, el tiempo que estamos en la Tierra es brevísimo, apenas un minúsculo instante comparado con el resto de nuestra existencia. En otras dimensiones seguimos aprendiendo, seguimos siendo nosotros mismos, nos siguen gustando las mismas cosas, las mismas aficiones y podemos seguir realizándolas con nuestra alma en lugar del cuerpo que teníamos cuando estábamos encarnados en la Tierra. 
No debemos ver esta vida como la única, ni siquiera como el centro de nuestra existencia, es solo una etapa más, una etapa para experimentar cosas que en otras dimensiones no podemos experimentar, pues en las dimensiones espirituales elevadas no existe el dolor ni el sufrimiento, y a veces es necesario experimentar todo eso para recuperar nuestra perfección original, o dicho de otro modo, para conseguir ser la mejor versión de nosotros mismos. Casi siempre llegar a esa versión de nosotros cuesta muchas vidas de aprendizaje, además de otras muchas lecciones que aprender en otros planos de existencia, por eso ¿Qué mejor que ayudarse unos a otros, dejar a un lado nuestros rencores, envidias, disputas, enfados...? Y tenderle una mano a nuestros vecinos, amigos, familiares... Pues todos salimos de Dios, todos somos hermanos, y todos estamos aquí para aprender. ¿Por qué juzgar y condenar muchas veces a los demás en lugar de ponerse en su lugar, comprender, o a veces simplemente ignorar el mal que puedan hacer? ¿No sería un mundo infinitamente mejor si cambiamos nuestro modo de ver las cosas, si dejamos el miedo, las disputas, los juicios de valor sobre los demás, las condenas (cuando decidimos que alguien es malo, o hizo algo malo), y nos tratamos como lo que somos? 
Somos chispas de luz Divina, de energía y Amor divino, somos parte del mismísimo Dios y somos todos iguales, somos todos hermanos, incluidos los animales y la naturaleza. Si pudiésemos conectarnos como nos conectamos en las dimensiones superiores entenderíamos que todos formamos parte de Dios.

Cuando una persona, un espíritu, está en las dimensiones espirituales sigue conectado energéticamente a sus seres queridos que todavía están vivos en la Tierra, puede saber qué les pasa, si le están hablando, puede verlos si lo desea y a veces hacerles sentir su presencia a modo de consuelo o consejo. Por eso si tienes un ser querido que ha muerto no te olvides de él, háblale, él te escucha y aunque sea mentalmente está deseando que te comuniques con él. Créeme, te escuchará.
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